sábado, 22 de enero de 2011

Sexo. ¡Seamos políticamente incorrectos!

El otro día viendo un cuadro de El Greco en una revista, me pregunté si Jesucristo realmente fue crucificado con taparrabos o sí murió en la cruz desnudo y el taparrabos se lo añadió posteriormente la Iglesia para cubrir sus  "partes púdicas".
¿Sería muy diferente la historia si las imágenes de Cristo crucificado careciesen de taparrabos?









En algún momento todos deberíamos plantearnos nuestra sexualidad.
Aunque lo más común sea que las personas se relacionen sexual y amorosamente por parejas, no es la única opción, ¿por qué no podríamos por ejemplo, mantener relaciones sexuales y amorosas con varias personas simultáneamente siendo todos conscientes de ello y disfrutándolo? Los celos son un gran inconveniente, pero pueden ser superados.

Respecto a las preferencias por un sexo u otro, en los años 50 el biólogo Alfred Kinsey estableció siete grados de sexualidad en su Escala Kinsey . (Desconozco los estudios sobre sexualidad que se han realizado más recientemente)

Más allá de las posibilidades socialmente establecidas en nuestro contexto, existen otras. 

Siendo las relaciones afectivas y sexuales algo que ocupa un lugar tan importante en nuestra vida, sería lógico buscar lo más apropiado para nosotros y no tener que ceñirnos de forma obligada a los tipos de relaciones más populares y convencionales.





Para finalizar la entrada, una "bobadilla" de mi sketchbook:


El otro día conocí a una maravillosa chica en una fiesta interplanetaria. Se llamaba Eleocho. Me contó que en su planeta era tradición saludar sacudiendo la "mano derecha" de la otra persona. A mí no me quedó más remedio que hacerlo para no parecer descortés. Luego me sentí algo engañado y sucio. Me pasé el resto de la fiesta con las manos en los bolsillos y en silencio. A pesar de todo, fue la fiesta más divertida de mi vida.

No es un relato ilustrado, es más bien una ilustración relatada.



jueves, 13 de enero de 2011

Sketchbook I



Aquí es absurdo buscar, no existe. 
¿Y qué?
La lógica es una ilusión y la lucidez es solo relativa al momento.


¿Qué hace falta para vivir una experiencia mística?


Pues realmente necesitamos pocas cosas, pero todas ellas son esenciales:

  • Tener por delante 6 o 7 horas sin compromisos.
  • Encontrarnos mentalmente estables y positivos.
  • Un entorno natural, alejado del agobio urbano.
  • Buena compañía, un grupo de gente con la que nos sintamos a gusto.
  • Estar informados de lo que vamos a hacer conociendo sus posibles riesgos y sabiendo reaccionar si las cosas se tuercen.
  • No tener miedo, tener fe y paciencia.


El día 20 de Julio de 2010 viví una experiencia mística.
Ese día me encontraba en compañía de 5 amigos: 3 en mi misma situación y 2 cuyo estado de percepción no se encontraba alterado.
Mi experiencia personal fue documentada con una cámara compacta. La idea original era documentarlo gráficamente mediante notas y dibujos pero la situación requería un instrumento que permitiera una interacción más directa con el medio.
He subido una selección de imágenes tal cual las tomé, en el mismo orden y sin manipularlas de ningún modo.


















En ese momento percibí el universo de una forma totalmente diferente, me sentí como un niño ante algo desconocido. Sentí y viví el mundo como algo en continuo movimiento, algo de lo que yo también formaba parte activa. Los problemas causados por los convencionalismos sociales desaparecieron, lo único que me angustiaba era ver sufrir a la naturaleza. 
Aumentó la sensación de cercanía con todos los seres humanos, en todo momento eramos conscientes de que la gente que no había experimentado nunca esta situación no compartía nuestra concepción del mundo. 
Durante nuestro viaje encontramos gran cantidad de objetos como piñas, plumas, piedras o un mechero. Exploramos estos objetos como si fueran cosas de interés, capaz de aportarnos algo útil.


A día de hoy, casi seis meses después, considero que esta experiencia se encuentra entre las diez que más han influido en como soy actualmente. Lo vivido ese día sacudió mis principios y me hizo plantearme el modo en que vivo y cómo quiero vivir realmente. Antes vivía siguiendo unas normas sociales que no sentía como propias y que poco a poco voy modificando.
Se pueden seguir muchos caminos, voy a seguir los que más sienta como míos, los que me permitan evolucionar como persona y participar activamente en el universo aportando el máximo.

Aquel día mientras exploraba mi entorno encontré un papel con algo escrito. En otra ocasión simplemente me habría hecho gracia , pero ese día lo interpreté como una señal: